Bisfenol a, Ftalato, Dioxina, Sindrome de Reyes.
MAGDALENA BARRIOS MORENO
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE “SENA”
REGIONAL ANTIOQUIA
COMPLEJO TECNOLÓGICO AGROINDUSTRIAL, PECUARIO Y TURÍSTICO
PROGRAMA TÉCNICO EN SERVICIOS FARMACÉUTICOS
ID: 681578
COMPETENCIA SALUD OCUPACIONAL
TURBO – Antioquia
Octubre - 2014
Bisfenol a, Ftalato, Dioxina, Sindrome de Reyes.
MAGDALENA BARRIOS MORENO
Tutor: JORGE BALBERO OSORIO
Enfermero-Biólogo
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE “SENA”
REGIONAL ANTIOQUIA
COMPLEJO TECNOLOGICO AGROINDUSTRIAL, PECUARIO Y TURISTICO
PROGRAMA TECNICO EN SERVICIOS FARMACEUTICOS
ID: 681578
COMPETENCIA SALUD OCUPACIONAL
TURBO – Antioquia
Octubre - 2014
Bisfenol A
El bisfenol A, usualmente abreviado como BPA, es un compuesto orgánico
con dos grupos funcionales fenol. Es un bloque (monómero) disfuncional de
muchos importantes plásticos y aditivos plásticos.
Sospechoso de ser dañino para los humanos desde la década del 30, muchos
medios de comunicación resaltaron con frecuencia los riesgos del uso de
bisfenol-A en productos de consumo después de que varios gobiernos emitieran
informes cuestionando su seguridad, lo cual tuvo como consecuencia que algunas
cadenas de venta retiraran los productos que contuvieran este compuesto. Un
informe en el 2010 de la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos) de
Estados Unidos generó mayor conciencia con respecto a la exposición de fetos,
infantes y niños pequeños.
Está presente en cosas muy usadas como el plástico policarbonato (usado
en CDs, DVDs, carcasas de ordenadores, electrodomésticos, etc.) o las resinas
epoxi, que recubren el interior de muchas latas de comida y bebida, y que se
integran también en muchas pinturas y recubrimientos de superficies, pegamentos
muy usados en construcción y decoración, etc. También en empastes de dientes. Y
puede encontrarse como aditivo en otros plásticos diferentes del policarbonato.
Toxicidad
El bisfenol A es un disruptor endocrino. Es capaz de causar
desequilibrios en el sistema hormonal a concentraciones muy bajas con posibles
repercusiones sobre la salud. Sus efectos tóxicos se deben al consumo de
alimentos que han sido contaminados por contacto con materiales que contienen
esta sustancia, tales como envases, latas o recipientes de muy diversa clase.
La amplia distribución de productos con bisfenol A,22 especialmente en los
países desarrollados, provoca una exposición continua de la población,
afectando a todas las edades (desde fetos a ancianos). La presencia continua de
este disruptor en el organismo se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer
diversos trastornos orgánicos.23
Efectos tóxicos
Se han asociado numerosas alteraciones causadas por bisfenol A en los
seres vivos, basadas en una desregulación del sistema endocrino y la producción
de hormonas correspondiente:
Efectos sobre el sistema reproductor masculino
Numerosos trabajos hacen referencia a una alteración de la
espermatogénesis que condiciona un descenso en los niveles de esperma, de la
testosterona y en general, de la fertilidad masculina.23 24 Además, otros
estudios sugieren un cambio en la conducta sexual.
Efectos sobre el sistema reproductor femenino
En mujeres, se producen cambios en la maduración de los ovocitos,
disminuyendo su número y calidad.24 25 También existe algún estudio que
relaciona la exposición a bisfenol A con efectos negativos sobre el endometrio,
aparición de ovarios poliquísticos, abortos y partos prematuros. Por otra
parte, en animales hay evidencias de quistes ováricos, endometriosis, pubertad
temprana y afectación del eje hipotálamo-hipófisis-gonadal.
Efectos sobre el cerebro y el comportamiento
Diversos ensayos en animales han confirmado el efecto del bisfenol A
sobre la diferenciación de las neuronas, alteración de los sistemas mediados
por glutamina y dopamina y cambios en la expresión de receptores estrogénicos.
También se le ha relacionado con posibles cambios en la conducta materna (menor
atención hacia las crías), ansiedad, reducción de la conducta exploratoria y
una feminización de los machos. En humanos se han podido establecer cambios que
incluyen hiperactividad, aumento de la agresividad, aumento a la
susceptibilidad de sustancias adictógenas y problemas tanto en el aprendizaje
como en la memoria.
FTALATO:
Los ftalatos o ésteres de ácido ftálico son un grupo de compuestos
químicos principalmente empleados como plastificadores (sustancias añadidas a
los plásticos para incrementar su flexibilidad). Uno de sus usos más comunes es
la conversión del poli(cloruro de vinilo) (PVC)de un plástico duro a otro
flexible. Los ésteres del ácido ftálico son los ésteres dialquílicos o arílicos
del ácido benceno-1,2-dicarboxílico. El nombre ftalato deriva de la nomenclatura
tradicional de ácido pHtálico. Cuando se añaden a los plásticos, los ftalatos
permiten a las moléculas largas de polivinilo deslizarse unas sobre otras. Los
ftalatos presentan una baja solubilidad en agua y alta en aceites, así como una
baja volatilidad. El grupo carboxilo polar apenas contribuye a las propiedades
físicas de los ftalatos, excepto cuando los grupos R y R' son muy pequeños
(tales como grupos metilo y etilo). Son líquidos incoloros e inodoros
producidos por reacción del anhídrido ftálico con un alcohol apropiado
(normalmente alcoholes de entre 6 y 13 carbonos). Hasta 2004, los fabricantes
produjeron unas 400.000 toneladas de ftalatos al año. Se empezaron a producir
en los años 1920, y en grandes cantidades desde los 50, con el nacimiento del
PVC. Los ftalatos más empleados son el DEHP [ftalato de bis(2-etilhexilo)], el
DIDP (ftalato de diisodecilo) y el DINP (ftalato de diisononilo). El DEHP es el
plastificador más usado con el PVC debido a su bajo coste. El BBzP (ftalato de
bencilo y butilo) se usa en la fabricación de material para suelos basado en
PVC. Los ftalatos con grupos R y R' pequeños son usados como disolventes en
perfumería y pesticidas. Los ftalatos se usan también con frecuencia en los
esmaltes de uñas, adhesivos, masillas, pigmentos de pintura, juguetes de niños
y en la mayoría de los juguetes sexuales. En éste último caso, el porcentaje de
ftalatos usado en juguetes sexuales va desde el 40% hasta el 80% del peso total
del producto, lo cual es mucho mayor que en cualquier otro producto que incluya
ftalatos. Ya que los fabricantes deben lograr que sus productos sean lo más
suaves posibles, no sólo agregan niveles de ftalatos mayores a los permitidos
para fabricar juguetes de niños, sino que además adicionan una mayor cantidad
de estabilizadores de zinc, plomo, estaño, bario o cadmio (metales pesados y
tóxicos). No conformes con aumentar la dosis de ftalatos en el afán de lograr
más utilidades, agregan a su fórmula materiales tóxicos tales como keroseno,
aguarrás, biodiesel, diesel, aceite automotriz, creando así un cóctel letal
para la salud humana, ya que estos juguetes son usados internamente. Los
juguetes de niños contienen de entre 20% a 50% de ftalatos del peso total del
producto, y esas proporciones fueron suficientes para que muchos países
prohibieran la fabricación y comercialización de esos juguetes por
considerárselos un riesgo para la salud.
DIOXINA:
Las dioxinas son un grupo de
compuestos químicos que devienen contaminantes ambientales persistentes. Las
dioxinas se encuentran en el medio ambiente por todo el mundo y debido a su
persistencia se van acumulando a lo largo de la cadena alimentaria,
principalmente en el tejido adiposo de los animales por su solubilidad en las
grasas. Los productos de origen animal son los mayores contribuyentes a la
ingesta de dioxinas por los humanos.
En los alimentos están
presentes en forma de trazas, es decir en cantidades del orden del nanogramo y
del picogramo por kilogramo,
Las dioxinas se han hecho
muy conocidas en los últimos años porque preocupa su presencia en el medio
ambiente ya que se encuentran en muchos lugares, aunque en bajas
concentraciones, y algunas de ellas son extremadamente tóxicas.4 Junto con las
dioxinas se suelen encontrar furanos que son unos compuestos químicos
similares.
Las dioxinas son
fundamentalmente subproductos de procesos industriales, pero también pueden
producirse en procesos naturales como las erupciones volcánicas y los incendios
forestales. Las dioxinas son subproductos no deseados de numerosos procesos de
fabricación tales como la fundición, el blanqueo de la pasta de papel con cloro
o la fabricación de algunos herbicidas y plaguicidas. En cuanto a la liberación
de dioxinas al medio ambiente, la incineración no controlada de desechos
(sólidos y hospitalarios) suele ser la causa más grave, dado que la combustión
es incompleta. Existe tecnología que permite la incineración controlada de
desechos con bajas emisiones.5
Las dioxinas no se fabrican
deliberadamente, excepto en pequeñas cantidades para trabajos de investigación.
Hay varios cientos de
dioxinas y furanos. Una simple dosis de 6 millonésimas de gramo de la dioxina
más letal, la 2,3,7,8-TCDD, puede matar a una rata. Todavía no se sabe bien
cómo afectan -puntualmente- a los humanos estas sustancias. Se ha podido
observar la acción de estos compuestos cuando alguna persona ha quedado
expuesta por accidente a ellas, pero en estos casos sólo se puede conocer la
dosis que han recibido muy aproximadamente. Por esto es arriesgado pronunciarse
sobre los efectos que producen las distintas dosis, especialmente cuando
hablamos de contacto con estas sustancias durante periodos de tiempo largos.
La dioxina 2,4,5-T es uno de
los componentes del Agente Naranja, arma química utilizada por Estados Unidos
en la Guerra de Vietnam.
SÍNDROME DE REYE
Es un daño cerebral súbito
(agudo) y problemas con la actividad hepática de causa desconocida.
El síndrome se ha presentado
en niños a quienes les han administrado ácido acetilsalicílico (aspirin) cuando
tenían varicela o gripe. Este síndrome se ha vuelto muy infrecuente desde que
el ácido acetilsalicílico dejó de recomendarse para uso rutinario en niños.
Causas
El síndrome de Reye se
observa con más frecuencia en niños de 4 a 12 años de edad. La mayoría de los
casos que ocurren con varicela se dan en niños de 5 a 9 años, mientras que
los que se presentan con la gripe por lo
general se dan en niños de 10 a 14 años.
Síntomas
Los niños con síndrome de
Reye se enferman de forma muy repentina. El síndrome a menudo comienza con
vómito que dura muchas horas. El vómito es seguido rápidamente por un
comportamiento irascible y agresivo. A medida que la afección empeora, el niño
puede ser incapaz de permanecer despierto y alerta.
Otros síntomas del síndrome
de Reye:
• Confusión
• Pérdida del conocimiento o coma
• Cambios en el estado mental
• Náuseas y vómitos
• Crisis epilépticas
• Posición inusual de brazos y piernas (postura de
descerebración: los brazos bien extendidos apuntan hacia el cuerpo, las piernas
se mantienen estiradas y los dedos de los pies apuntan hacia abajo)
Otros síntomas que pueden
ocurrir con este trastorno son:
• Visión doble
• Hipoacusia
• Pérdida de la función muscular o parálisis de brazos o
piernas
• Dificultades en el habla
• Debilidad en brazos o piernas
Pruebas y exámenes
Los siguientes exámenes se
pueden usar para diagnosticar el síndrome de Reye:
• Análisis bioquímico de la sangre
• TC de la cabeza o IRM de la cabeza
• Biopsia del hígado
• Pruebas de la función hepática
• Examen de amoníaco sérico
• Punción raquídea
Tratamiento
No hay ningún tratamiento
específico para esta afección. El médico vigilará la presión intracerebral, la
gasometría arterial y el equilibrio ácido-básico (pH) de la sangre.
Los tratamientos pueden ser:
• Soporte respiratorio (se puede necesitar un respirador
durante un coma profundo)
• Líquidos por vía intravenosa para suministrar electrolitos
y glucosa
• Esteroides para reducir la inflamación en el cerebro
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico de una persona
depende de la severidad del coma al igual que de otros factores.
El pronóstico para aquellos
que sobreviven a un episodio agudo puede ser bueno.
Posibles complicaciones
• Coma
• Daño cerebral permanente
• Crisis epilépticas
Sin tratamiento, las crisis
epilépticas y el coma pueden ser potencialmente mortales.
Cuándo contactar a un
profesional médico
Acuda a la sala de urgencias
o llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos)
inmediatamente si su hijo presenta confusión, letargo u otros cambios mentales.
Prevención
Nunca le suministre ácido
acetilsalicílico (aspirin) a un niño, a menos que sea autorizado por el médico.
Cuando un niño tenga que
tomar ácido acetilsalicílico, tenga cuidado de reducir el riesgo de que éste
contraiga una enfermedad viral, como gripe y varicela. Evite igualmente el uso
de ácido acetilsalicílico durante algunas semanas después de que el niño haya
recibido la vacuna contra la varicela.
Nota: otros medicamentos de
venta libre, como el Pepto-Bismol y los compuestos que contengan aceite de
gaulteria, también contienen compuestos del ácido acetilsalicílico, llamados
salicilatos. No le suministre estas sustancias a un niño con resfriado o
fiebre.